Mi fiel compi |
Salida el 30 a correr, pillando cuestas, me animo y me lanzo a hacer unas series en Las Peras, muy bien muy bien, no he perdido fuelle, jeje. Como el 31 iba a correr la San Silvestre decido tirar para casa y no estar más de una hora y media, cojo camino de vuelta, me encuentro a un compañero de trabajo de espaldas, voy a desearle una buena entrada de año, pierdo de vista la acera, que se estrecha, y ¡crack! De la manera más tonta del mundo me diagnostican un esguince y también fractura por avulsión en maleolo externo (peroneo) con una posible línea de fractura en diáfisis peronea a nivel distal del pie derecho, a falta que lo vea el traumatólogo.
En resumen, de entrada un yeso en la parte posterior que me inmoviliza el tobillo y, siendo positivo, un mes de reposo. Bufffff, bajón. A nivel deportivo no me preocupa tanto, es un obstáculo que tengo que salvar y punto, con esfuerzo todo se puede. A nivel personal me preocupa convertirme en una carga, la verdad que las muletas merman muchísimo la movilidad y, realmente, debo estarme quieto si quiero una buena cura.
Guardo la pequeña esperanza de que me vea un buen traumatólogo y consiga que me lo traten como una lesión deportiva. ¿Nunca se han preguntado por qué un deportista con una pedazo de lesión está caminando (algunos compitiendo) en dos semanas y una persona del montón (como yo) se pega dos meses jodido? Bueno, vamos a ver que pasa, lo que tenga que ser será, esto no va a pararme jeje.
Evidentemente el Maratón del Meridiano ha salido de mis próximos retos, pero ¡mira! el Triatlón de Santa Cruz no lo descarto.... Pero bueno, a ver como evoluciona mi tobillo. En principio hoy me tengo que poner a mi mismo una inyección subcutánea en la barriga, ¡madre mía! eso si es un reto jaja.
Acabo y empiezo el año con un poco de mal pie, pero animado, MUY ANIMADO.
Mucho ánimo Edu. Todos estamos contigo.
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