Como puse en mi post anterior he tenido la suerte de participar en este reto llamado Runspiral, 280 km en espiral alrededor de Tenerife, Non Stop.
A la tremenda satisfacción de haber visto como se realizaba este reto se ha unido la sorpresa y la indignación respecto a algunos comentarios que se han venido produciendo en los días posteriores a su finalización.
Evidentemente todos sabíamos que iba a haber críticas al igual que iba a haber felicitaciones. Es asumible que cualquier acto del ser humano es valorado por unos y criticado por otros, es ley de vida y de la condición del ser humano.
Mi sorpresa ha sido la pataleta que ha cogido un conocido deportista de Tenerife y asiduo al trail. Realmente es una persona que valoraba mucho como deportista, como persona no podía decir nada ya que no lo conocía.
Puedo llegar a entender que en una carrera, si alguno hace trampa, se cuestione su actuación, es lógico. En el mundo del deporte hay mucha gente que vive de ello y si alguien hace trampa puede quitarle un puesto del que puede derivar un mejor o peor contrato. Es como el doping.

Como una persona (han sido varias pero me ha dolido sobre todo una) puede cuestionar si han sido 280 kms o cualquier otra cosa. No lo entiendo. Y me pregunto ¿por qué no cuestionó los kilómetros antes del reto? ¿por qué no estuvo durante todo el reto comprobando si tantas dudas tenía? ¿realmente que pretende con todo esto?
Con todos los respetos que él (ellos) no ha (n) tenido debo decir que como deportista y como persona para mi ha dejado mucho que desear. Gracias a Dios el tiempo pone a cada persona en su sitio y algunas personas aceleran este proceso ellas mismas. Realmente sólo me vienen dos cosas a la cabeza cuando pienso en esto y son dos proverbios:
- Si la envidia fuera tiña ¿cuántos tiñosos habría?
- Piensa el ladrón que todos son de su condición.

Ojalá siga habiendo gente que se enfrente a nuevos retos de esta magnitud, de una manera solidaria y siga tapando bocas y regando ilusiones.