Llegó el día de recoger la siembra de todos los entrenamientos realizados, muchos en soledad, algunos sin ánimos, otros eufóricos,... todo un trabajo de hormiguitas sumando kilómetros, planificando el descanso, pensando y escuchando al cuerpo para ver si las cosas van bien.
Y el desperator sonó para despertar a tres valientes que íbamos a partir desde Fuencaliente. Sara para hacer la media, Carmen y yo la ultra. Gracias a Arne pudimos dormir una horita más, ya que se ofreció para llevarnos en coche. Está claro que la Transvulcania, para casi todos, empieza su dureza cuando tienes que afrontar una carrera despertándote a las 2:00 am., de entrada vas a hacer un esfuerzo "sobrehumano" habiendo dormido, muy pocas horas ¡es de locos!
Llegamos a la línea de salida, control de chip y ahí cada uno busca su hueco. Consigo avanzar unos metros y encontrarme con Juani y Marce, una alegría hacer esa espera con buena compañía. La verdad que nos encontrábamos bastante cerca de la salida, lo cual nos evitaría un gran tapón. Dan la salida y ¡qué pasó!, locura de velocidad, locura de gente empujando para asegurar buenos puestos,... llego al sendero y me encuentro un tapón, no parado del todo, por lo que no llego a desesperarme, hay tiempo para correr.
A los 3 kilómetros ya empiezo a ir muy ligero y me encuentro con el Correcaminos Santiago, una buena charla y él sigue adelante, está como un toro. Llegada a Los Canarios, me encuentro bien, repostaje y seguimos en ruta. Los últimos 8 kilómetros de subida se me hacen algo duros, me preocupa un poco porque no iba apretando del todo, pero no aflojo. Me encuentro al gran Damián que va como un misil, ¡qué alegría verlo! Me pasa y me dice que ya nos veremos en ruta, ¡y un huevo! eso pensé yo, no quería ni verlo, iba marcando un carrerón y así tenía que ser (y así fue ¡Grande!). Una vez acabada la subida y el picón encuentro un trotito alegre hasta el Refugio del Pilar, como el año pasado es un subidón llegar allí, vaya ambientazo. En el avituallamiento me encuentro a Olaf, con el que tuve el placer de hacer casi toda la Transvulcania 2012. Luego seguimos un ratito juntos, pero lo veía fuerte y le dije que tirara.
Una vez llegado al Reventón me seguía encontrando bien, veía que podía bajar el tiempo del año pasado y eso me iba motivando. Quería llegar con piernas suficientes al Roque para bajar lo más rápido que pudiera, no soy rápido bajando y tocado menos todavía. Tengo claro que el Reventón es un punto de inflexión. Hasta aquí va mucha gente hablando, relajada y sin agobios, pero en este punto el relax se termina si o si. Y fue en este tramo donde vi más abandonos de gente conocida y que no conocía. La verdad que me apena mucho ver a alguien abandonar, sé lo que cuesta llegar hasta aquí, tomar esa decisión debe costar muchísmo. Pero un aplauso para todos ellos también.
Llegada al Roque y ¡mira tú por donde! había "patas". Hasta este punto estuve cruzándome con el amigo Pedro Pérez y dos compis del equipo de los Búhos, hubo momentos muy muy divertidos. En la bajada no los volví a ver.
El trayecto hata el Time fue muy bueno, un trote ligero y y continuo. Pero cuando salí de ese avituallamiento, bufff, pensaba que me moría, ahí perdí mucho, las patas, los cuádriceps, allí no quedaba nada jaja. Cuatro kilómetros de calvario hasta que me cansé, me harté de ir como un abuelete con taca-taca, guardé los bastones y me tiré "pal" mar como pude, menos mal, ahí todavía quedaba algo.
Tazacorte y subida a Los Llanos como el año pasado, venido arriba. Ritmo constante y pim pam pim pam, manguerazo de unos vecinos que supo a gloria, aplausos y tramo final. ¡Peeeedro! No me lo podía creer, que hacía el amigo Pedro ahí, si se había tirado por esa bajada como un demonio. Bueno, iba tocadillo, pero bien, sigo adelante y giro encarando el arco de meta.
Allí estaban esperando Rubén, Arne y, las más importantes, Rebeca y la niña de mis ojos. Le pregunto si quiere pasar conmigo, se me abraza y así crucé la línea de meta de la Transvulcania 2013.
Mi objetivo de acabarla se cumplió, mejoré mi tiempo del año pasado casi una hora, disfruté mucho y aprendí un montón de cosas. Tengo material en mi cabeza para masticar y digerir durante un tiempo, esto no acaba aquí.
Esta es mi crónica, estrictamente de la carrera. Allí ocurrieron más cosas jeje. Mañana más y con más fotos.
Sólo presentar mi admiración...
ResponderEliminarMe alegro que todo saliera tan bién...
saludos
Muchas gracias Domingo. Y uno que es masoca ya pensando en la siguiente jaja.
EliminarEnhorabuena de nuevo Eduardo,
ResponderEliminaresta crónica me la guardo para repasarla el próximo año :)
Gracias Manuel. Al final parece que la organización ha tirado para atrás la idea de ponerla en 100 km el año que viene.
EliminarCualquier duda que tengas me la preguntas, a ver si puedo resolvértela.
De todas formas hay crónicas muy técnicas por la red, que van hablando y explicando a la perfección cada kilómetro y lo que te encuentras.
Genial crónica Edu...gracias por adosarme en ella, eres un crack. Me gustó verte en la carrera y reencontrarnos de nuevo en el camino...un abrazo muy grande tío y FELICIDADES, carrerón!!!
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