jueves, 22 de noviembre de 2012

La montaña, de noche.

Cambio de hora y uno empieza a cambiar hábitos en muchas cosas, y una de ellas son los entrenamientos. Así que todos los martes y jueves que puedo hago un entrenamiento de montaña nocturno.

En principio tienes el problema de la noche, lo cual arreglo con un buen frontal, y el otro escollo es que hace algo más de frío, vas un poco más equipado y problema arreglado.

He descubierto varias cosas en este tipo de entrenamientos. Una de ellas es que voy más rápido, mi conclusión es que como no veo la pendiente, ni la longitud no me da tiempo a pensar si debo correr o no, por lo que tiro a todo lo que puedo hasta que tengo que aflojar. Con lo que sale un entrenamiento de gran calidad. Otra historia es correr en bajada con la limitación de luz que tiene uno, eso hace que cuando corres de día te sientes muchísimo más seguro.

También es muy "divertido" los momentos en los que dudas si ir por un camino u otro en sitios por los que has pasado cientos de veces, la noche confunde mucho, ya lo dijo Dinio jaja.

En definitiva, recomiendo mucho entrenar de noche, aunque sea en el sitio habitual les garantizo que les va a parecer otro. Paren, apaguen el frontal, miren y escuchen...

1 comentario:

  1. a ver si cuando este en forma me apunto,que excepto la de Tegueste no frecuento mucho el monte de noche.

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